Visión Estratégica de la CDMX

Los principios rectores de la Constitución Política de la Ciudad de México reconocen a toda persona la libertad y la igualdad en derechos. En este contexto, el Ordenamiento del Territorio sienta las bases para que las autoridades adopten medidas que aseguren la disponibilidad, accesibilidad, diseño universal, aceptabilidad, adaptabilidad y calidad delos bienes, servicios e infraestructura públicos necesarios para que las personas que habitan en la Ciudad de México ejerzan sus derechos y eleven sus niveles de bienestar, mediante la distribución más justa del ingreso y la erradicación de la desigualdad.

En la Constitución Política de la Ciudad de México se establecen, de manera específica, las materias de relevancia estratégica y los derechos que deben considerarse en el Programa de Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México. Los lineamientos del Programa de Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México recuperan los valores de: acceso a oportunidades, sustentabilidad ambiental, baja huella ecológica, Ciudad saludable, compacidad, desarrollo económico, diversidad, eficiencia territorial, inclusión y equidad socioespacial, resiliencia y seguridad Ciudadana. En 2035 la Ciudad de México ha ordenado su territorio para ser cercana, diversa, solidaria, innovadora, equitativa, sustentable y garante de los derechos humanos. En la Ciudad de México existen espacios incluyentes, dinámicos, creativos, de ocio, deporte y culturales para el disfrute y pleno desarrollo de sus habitantes.

La Ciudad de México ha reducido las desigualdades entre sus habitantes, a través de políticas territoriales que permiten reducir riesgos, aumentar la resiliencia, disponer de la infraestructura física y tecnológica de calidad que facilita la conectividad, vivienda bien localizada y, en general, la recuperación de la vida de barrio y la revitalización cultural y patrimonial. En la Ciudad la lucha contra la desigualdad puede reconocerse de manera clara en el territorio de cada una de las alcaldías, barrios y comunidades.

La Ciudad de México es garante de los derechos de todos sus habitantes y particularmente de las mujeres para que vivan sin temor y en libertad. Los grupos vulnerables se verán favorecidos por políticas territoriales que faciliten el acceso a servicios de salud, vivienda, y a los equipamientos educativos y culturales.

Las conquistas históricas de la Ciudad de México en materia de libertades, democracia y gobierno abierto y cercano, se reflejan en la construcción de una Ciudad de Derechos y la garantía del Derecho a la Ciudad.

En la Ciudad de México, la igualdad sustantiva de las personas, la reducción de las brechas económicas y sociales, tienen su manifestación territorial. Es una Ciudad donde la paridad de género es una realidad para la construcción de comunidad.

La Ciudad de México ha logrado aprovechar sus capacidades para el uso equitativo y sustentable del espacio urbano. Se ha desplegado el potencial económico de la Ciudad con polos de desarrollo que atraen inversión, generan empleos con suficiencia calidad, respetan la vocación social de uso de suelo y facilitan la integración de la vida de barrio.

La Ciudad de México está orgullosa de su patrimonio cultural, representado en los pueblos indígenas y barrios originarios; lo conserva mediante políticas de desarrollo local respetuoso de sus territorios, y comparte con políticas de turismo local y foráneo que generan dinámicas económicas inclusivas. La infraestructura para el acceso a los servicios de educación y la cultura es prioritaria para abatir la alta marginación, promover la cultura en el espacio público y brindar condiciones de bienestar a los habitantes de la Ciudad.

La Ciudad de México mantiene una visión metropolitana de la gestión del territorio, sin perder de vista la atención de las localidades. La articulación del ordenamiento local y general de la Ciudad, permite la recuperación de espacios naturales y de gran valor escénico por su belleza, bienestar y arraigo cultural, y la construcción de espacios habitables y seguros.

La ordenación del territorio y la aplicación de los principios de economía circular, permiten que la Ciudad albergue actividades industriales manufactureras de bajo impacto ambiental, brinde servicios, fomente el turismo, promueva empresas de alta tecnología y garantice el uso de recursos naturales en zonas de producción agroecológica. La visión de economía circular, hace posible que las cadenas de producción se desacoplen del uso intensivo de recursos, se optimice el uso de energías renovables, se reduzca al mínimo la generación de residuos y se abata la contaminación del suelo, el aire y el agua.

La Ciudad de México reconoce los riesgos asociados a los fenómenos naturales y procesos sociales que afectan la seguridad y patrimonio de sus habitantes. El gobierno de la Ciudad genera estrategias para fomentar la resiliencia, toma acciones para evitar la creación de nuevos riesgos y anticipa y aminora los impactos negativos de los existentes. Bajo los principios de la Gestión Integral de Riesgo, el uso del territorio en la Ciudad responde al conocimiento científico que identifica los fenómenos perturbadores que han impactado a la Ciudad y aquellos potenciales asociados al cambio climático.

En la Ciudad de México se aplican estrategias que responden al estrés hídrico de la Cuenca del Valle de México, mediante esquemas de gestión integral del agua para su uso eficiente, tratamiento, rehúso y ahorro. Se invierte en obras de infraestructura hidráulica y en la conducción de los ríos hasta el oriente, para ayudar a reducir los niveles de subsidencia por causa de la extracción histórica del agua.

Los ríos de la Ciudad son valorados por su importancia ecosistémica. En la Ciudad se recupera el pasado lacustre esplendoroso en el que los cuerpos de agua son elementos estructurantes del territorio que dan orgullo a sus habitantes.

La Ciudad de México protege el suelo de conservación y frena la expansión de las áreas urbanizadas. La biodiversidad y la cobertura vegetal del suelo de conservación se mantiene al tiempo que se favorece un uso sustentable en actividades primarias, sosteniendo los servicios ambientales. El suelo de conservación se vincula con la Ciudad por medio de corredores verdes, en sistemas que favorecen tanto el funcionamiento adecuado de las áreas protegidas como de los parques urbanos, las barrancas, cauces y ríos recuperados, entre otros.

El uso de tecnologías verdes en la Ciudad aminora los efectos del cambio climático a través de medidas de adaptación, reduce la vulnerabilidad social, física y aumenta la capacidad de respuesta ante eventos extremos.

En la Ciudad de México se garantiza la función social de la vivienda mediante esquemas de uso de suelo que promueven el carácter inclusivo y diversificado de las actividades, para generar una Ciudad con equilibrio y orden territorial.

Hacia 2035, la Ciudad ha desarrollado estrategias que contienen el crecimiento territorial de la mancha urbana, ha reforzado las centralidades existentes e impulsa una estrategia continua y sistematizada de densificación y reforzamiento de otras nuevas centralidades con la capacidad generar vivienda, inversión, empleo, nuevos nodos de transporte urbano e infraestructura y equipamientos que reducen la necesidad de movilidad no obligada.

El sistema de transporte público ha ampliado su cobertura, calidad, seguridad y frecuencia, aplicando tecnología de vanguardia para la reducción de contaminantes y reducir los tiempos de traslado. El sistema de transporte público se conecta con la periferia metropolitana y con los principales nodos de intercambio.

Los espacios públicos en la Ciudad contribuyen a reducir los niveles de violencia e inseguridad, facilitando la integración social y la relación de confianza entre los habitantes y su entorno. La preservación de identidad de los pueblos originarios, barrios y comunidades indígenas residentes, ayudan a generar territorios seguros y habitables.

La Ciudad de México ha multiplicado los espacios de aprendizaje y generación de nuevos conocimientos para convertirlos en puntos de innovación, libertad, arte, educación y saberes. La Ciudad se ha consolidado como una sociedad del conocimiento que hace uso masivo de las tecnologías digitales, promueve el desarrollo científico y tecnológico y su aplicación para asegurar un gobierno cercano a la gente, democrático, y abierto a la rendición de cuentas.

En la Ciudad de México se usa la tecnología para mejorar la seguridad Ciudadana y la atención de emergencias y facilita al gobierno la toma de decisiones para salvaguardar la vida y patrimonio de sus habitantes.