Igualitaria y de derechos

El logro de la igualdad sustantiva de las per-sonas, el cierre de las brechas económicas, sociales y territoriales, y el ejercicio efectivo de los derechos. Para asegurar una vida digna a todas las personas que la habitan, la Ciudad de México invertirá en procesos de educación innovadora, gratuita, laica, universal y a lo largo de la vida, que contribuya a eliminar las desigualdades entre mujeres y hombres, erradicar la pobreza y desarrollar capacidades ciudadanas y gubernamentales para abatir los rezagos y las carencias que la causan. Las mujeres ejercerán plenamente su derecho a la igualdad sustantiva y a la participación política en la toma de decisiones de la vida comunitaria, en el ejercicio del servicio público y en la actividad económica, al lograrse y mantenerse la paridad de género en todos los ámbitos, específicamente en el parlamen-tario y de gobierno, y en las posiciones jerár-quicas en el sector privado. Mujeres y hombres desde la sociedad y el gobierno rechazarán y combatirán los estereotipos de género, todas las formas de cosificación y estigmatización de las mujeres y las niñas, la explotación de niñas y mujeres con fines sexuales y reproductivos, y todas las formas de discriminación por razones de género.

Esto se logrará con cambios estructurales que inicien en el ejercicio pleno del derecho a la memoria, generador de una narrativa de igualdad que erradique al nocivo patriarcado histórico, que borra el reconocimiento y los méritos de las mujeres a lo largo de la Historia. Se habrá puesto fin a todas las formas de acoso y violencia contra las mujeres y se habrán fortalecido y generalizado en todo el territorio de la entidad mecanismos de aler-ta temprana para la prevención de estas con-ductas. Las políticas en favor de la autonomía y la igualdad sustantiva de las mujeres tendrán la más alta prioridad y soporte presupuestal. Se reconocerá plenamente la aportación económica de las mujeres a la sociedad por su trabajo en el hogar y en los cuidados, y se creará un Sistema Universal de Cuidados y Bienestar que contribuya a la redistribución de estas labores y al abandono de los estereotipados roles de género. La educación sexual y reproductiva de niñas, niños, adolescentes, mujeres y hombres ayudará a la prevención de la violencia sexual y de género desde tempra-na edad y habrá eliminado los embarazos ado-lescentes y no deseados. Todas las mujeres tendrán acceso a servicios de salud integral y ejercerán, en su caso, su derecho a solicitar servicios de interrupción legal del embarazo. La Ciudad de México garantizará la no discri-minación contra las niñas y las mujeres y, en particular, contra las niñas y mujeres hablan-tes de lenguas indígenas, pertenecientes a comunidades indígenas residentes o migran-tes, al garantizar el ejercicio de su derecho a la salud y facilitar su acceso a los servicios correspondientes. La Ciudad de México reducirá la pobreza y erradicará el hambre, al garantizar el derecho de prioridad de niñas, niños y adolescentes a una alimentación adecuada y al ejercicio de todos sus derechos para su desarrollo integral, físico y mental. Para superar la pobreza, las personas pertenecientes a pueblos indígenas radicados en la Ciudad de México, constituirán un grupo de atención prioritario en materia de desarrollo de capacidades económicas, de productividad y empleo, así como de acceso a la salud, a la vivienda, a la seguridad social, a los bienes informáticos y a la educación a lo largo de la vida. En la Ciudad de México, sociedad y gobierno, impedirán sistemáticamente toda forma de discriminación y exclusión, en particular la que atente contra la dignidad de las niñas y las mujeres, las personas indígenas, las perso-nas lgbttti+, las personas con discapacidad y las y los adultos mayores. Se garantizarán ple-namente todos los derechos de las personas lgbttti+, a la salud, al empleo, a la educación y a una vida libre de violencia. Para todas las personas en la Ciudad de México, los derechos humanos serán plenamente garantizados, promovidos, respetados y protegidos.
El acceso a la educación, en tanto derecho humano fundamental, será plenamente garan-tizado en la Ciudad de México. La educación pública y gratuita será el eje de la transformación al intervenir en los procesos institucionales para desarrollar habilidades y capacidades individuales y comunitarias, propiciar el diá-logo con la ciudadanía y avanzar en la reduc-ción de las desigualdades. Por ello, se habrá construido un sistema educativo con recursos suficientes para garantizar a todas las perso-nas el derecho a una educación gratuita, laica, de alta calidad, incluyente, intercultural, innovadora y de aprendizaje a lo largo de la vida, lo cual consolidará a la Ciudad de México como una ciudad educadora y del conocimiento. El promedio de escolaridad acumulada se eleva-rá a 17 años, al atender a los grupos de población y zonas de la ciudad que más han pade-cido la exclusión educativa; entre ellos, las mujeres indígenas y la población en pobreza extrema. Todas las niñas, niños y adolescentes entre seis y 17 años asistirán a la escuela, de manera gratuita, en el nivel que correspon-de a su edad y en planteles cercanos a sus domicilios. Al enfrentar los desafíos planteados por el aumento de los riesgos a la salud, derivados del calentamiento global y el cambio climático, así como la aparición de enfermedades epidémicas, en particular la emergencia sani-taria causada por la epidemia de Covid-19, la Ciudad de México desarrolla capacidades individuales, comunitarias e institucionales que fortalecerán la capacidad de respuesta de la sociedad y el gobierno, y confirmarán la importancia de reducir las desigualdades y garantizar el derecho a la salud para todas las personas. Para contribuir a la promoción de estilos de vida sana, se garantizará el derecho al deporte, que será practicado en todas sus formas y en todas las colonias, barrios, pueblos y unidades habitacionales, al hacer énfasis en el deporte comunitario en zonas de alta y muy alta marginalidad social. Para ello se fortalecerá la infraestructura deportiva, al incluir la construcción de nuevos centros sociales y deportivos, así como la rehabilitación, mejoramiento y mantenimiento de los existentes. La Ciudad de México tendrá un sistema público de salud, universal, gratuito, integral, incluyente, equitativo y solidario y, por tanto, capaz de garantizar el derecho humano fun-damental a la salud, con respeto a la autode-terminación personal y promotor del desarrollo de las capacidades individuales y de las comunidades para permanecer sanas el mayor tiempo posible, al adoptar estilos de vida salu-dables basados en una alimentación sana, la práctica del deporte y la convivencia comunitaria solidaria. Al poner en el centro la igualdad sustantiva de las personas, se habrán cerrado las brechas de acceso mediante la oferta de servicios de salud de calidad en las zonas que concentran la mayor población en situación de marginación. Se habrán elevado las condiciones de salud individual y comunitaria, y habrá aumentado la esperanza de vida de la pobla-ción en particular en las zonas designadas como prioritarias. La morbilidad y la mortali-dad habrán disminuido al atenderse los deter-minantes sociales de la salud relacionados con la marginación y patrones de consumo. El sis-tema de salud se habrá adaptado a los cambios demográficos y contará con un sistema robusto de atención geriátrica. La salud mental se atenderá de manera integral, con acceso a diagnóstico y tratamiento oportunos. 

Se garantizará el ejercicio de los derechos culturales al reducir las brechas de acceso territorial y las desigualdades en la distribución del equipamiento y la construcción de infraestructura pública de calidad, así como en la oferta privada, para el goce y disfrute de los bienes culturales, así como para la produc-ción, la creación y la manifestación artística y cultural en espacios públicos. La condición de ciudad pluricultural y multiétnica de la Ciudad de México se fortalecerá, al promover la capacidad de la cultura para la construcción de comunidad, mediante la promoción y el desarrollo de proyectos de base social, abiertos a todas las expresiones, y al tomar en cuenta destacadamente a los pueblos y barrios ori-ginarios y a las comunidades indígenas residentes, con la valoración, difusión y defensa de sus lenguas, cultura, saberes, tradiciones y cosmovisiones. El patrimonio histórico y cultural de la ciudad se protegerá intensivamente como derecho a la memoria y se promoverá entre la población su conocimiento, respeto, valoración y enriquecimiento, sobre todo del patrimonio inmaterial, así como del entorno biocultural natural y físico. La Ciudad de México habrá retenido a sus habitantes y propiciado la atracción de población joven, con respeto al principio de libertad de tránsito. Habrá evitado el decrecimiento de la población e incrementado la esperanza de vida con salud y bienestar, y una mejor distri-bución demográfica en el territorio. La Ciudad de México se habrá consolidado como ciudad igualitaria y de derechos, con los estándares de calidad de vida de las ciudades con mayor prosperidad e igualdad.