Los efectos del cambio climático ya se han empezado a observar en el territorio nacional, particularmente en el incremento de temperatura de 0.85ºC y en un cambio diferencial de la distribución espacio-temporal de la precipitación. En este contexto, las iniciativas de adaptación al cambio climático, resiliencia y reducción de riesgos se vuelven imprescindibles en la planeación territorial. La reciente pandemia derivada del COVID-19 es un claro ejemplo de los eventos sorpresa extremos que la Ciudad y la población pueden enfrentar. En la Ciudad de México, el cambio climático aumenta la intensidad de eventos climáticos extremos como lo pueden ser las sequías extremas y prolongadas y lluvias torrenciales, ondas de calor, entre otros posibles impactos con posibles afectaciones en la población, la infraestructura y los sistemas estratégicos vulnerables en la Ciudad.

La vulnerabilidad en la Ciudad de México se asocia a diversas amenazas que han sido configuradas por las trayectorias de desarrollo históricas. Algunas de las principales amenazas climáticas que afectan a la Ciudad involucran el aumento en la temperatura ambiental y cambios en los patrones de lluvia. Las variaciones en los patrones de temperatura y precipitación dan lugar a un incremento en ondas de calor, incendios forestales, periodos de sequía y en el efecto de isla de calor urbana.

A esta vulnerabilidad subyacen condiciones de desigualdad socio-espacial, relacionadas a una concentración de riqueza en pocos individuos, una distribución de ingresos inequitativa y una nula movilidad social. El análisis de las amenazas climáticas en la Ciudad de México se centra en aquellas amenazas asociadas al incremento de temperatura, a las variaciones en los patrones de precipitación y al aumento en la ocurrencia de eventos extremos, como lluvias torrenciales. Por consiguiente, se abordan las amenazas de inundaciones, sequía, ondas de calor, incendios, deslizamientos y escasez de agua.

Políticas territoriales generales:

En el fortalecimiento de la resiliencia de la Ciudad se considera clave la implementación de soluciones basadas en la naturaleza (UNEP, 2016). A partir de soluciones basadas en la naturaleza y de infraestructura verde, se plantean las políticas territoriales para cada una de las Líneas Estartégicas. Propuesta de intervenciones para la atención de amenazas climáticas (deslizamiento, inundaciones, sequía y ondas de calor, incendios urbano-foresales y escasez de agua) y no climáticas (sismos).

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